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jueves, 28 de septiembre de 2017

Cuando las feministas atacaban Playboy (hoy muere su fundador, Hugh Hefner)

 

 

 
 
 

Coincidencia: hoy escribí esto en mi muro de Facebook:

(hacer clic sobre las imágenes para agrandarlas)
 
 
 
 
 
 
En esos tiempos (cuando nació PlayBoy) en EEUU había mucha censura y leyes que prohibían hasta practicar algo contrario a la moral publica en privado. La revista rompía barreras de todo tipo, dando espacio a modelos afroamericanas, a relaciones mixtas (entre personas de piel negra y de piel blanca) prohibidas en algunos estados, o a artistas afroamericanos en sus espectáculos, o mostrando a una modelo femenina a punto de masturbarse....
 
 
 
era machista en el sentido de que se dirigía solamente a un publico masculino heterosexual. La idea principal de Hefner había sido la de demostrar que la chicas 'de la puerta de al lado' podían ser tan bellas como las actrices, y empleaba mayormente a chicas desconocidas (cuando ya tuvo éxito de ventas, no en el caso de la primera portada de Marilyn).
 
 
 
En aquel entonces, esencialmente lo que se conocía como feminismo era 'enemigo' de las revistas o productos eróticos (como afirma la activista en el video). Las feministas eran figuras andróginas o serias (tendencialmente tristes o enfadadas, a parte de unas pocas que se veían ingenuamente ilusionadas hablando de fabulas irreales).
 
 
'Hefner es mi enemigo'
 
 
 
 
 
Cuando, tiempo después, se llegó a crear una revista PlayGirl (como sugiere Hefner en el mismo video), que no tuvo éxito,
 
 
 
yo trabajaba en un quiosco de periódicos (en mi caso en Italia) y recuerdo de haber intentado importarla para ver que respuesta de publico hubiera podido tener y porque no quería que el quiosco fuese sexista, pero las únicas copias las compraban unos pocos lectores homosexuales (hombres). Mientras la imagen de la modelo femenina desnuda que se conoce como 'objeto' vendía tanto a hombres como a mujeres y empezó a aparecer en  todas las revistas femeninas que, ahora, ya no eran dirigidas por hombres y no hablaban de costura y manualidades sino de dietas y cirugías.
 
Personalmente no estoy de acuerdo con la lectura feminista de este asunto. No creo que esto se deba al adoctrinamiento patriarcal entendido como algo que actúan los hombres para controlar supuestamente la sexualidad femenina, porque no creo que se pueda determinar quien empieza a desarrollar una costumbre (o si alguien empieza o, en alternativa, si las personas de un grupo étnico en su conjunto empiecen contemporáneamente a tener esa costumbre, y seguramente en todo caso hay reciprocidad) y porque no es así en todas las culturas (y en todas hay mujeres).
 
Dicho lo cual, el hecho de ver los productos comerciales como baluartes de la libertad no me gustaba, yo era una de las pocas personas que entendían la abolición de la censura como un progresivo aumento de la aceptación de la desnudez (y de las diferentes personalidades o sentimientos) en plan naturista, sin lucha de género ni nada.
 
Pero tuve que entender que la mayoría no pensaba así.
 
 
Luego surgieron muchos feminismos diferentes y contradictorios, así que prácticamente se iba aceptando que cada tipo de mujer se pueda considerar como victima y como revolucionaria... y hasta las ex conejitas de PlayBoy fueron entrevistadas quejándose de que el viejo Hefner era un aburrido, tras haber aprovechado de fama y dinero e incluso haber vivido por años en su mansión, como si existiera un supuesto derecho (de esas modelos) a encontrar el magnate perfecto que satisficiera todas sus exigencias.
 
Ahora, de todos modos, lo que veo es que nos diversifican siempre más los modelos de supuestas personas revolucionarias dentro de cada ámbito, de modo que nadie se sienta excluido y todos y todas nos pongamos etiquetas y nos dejemos dar instrucciones acerca de cuales son 'nuestros' derechos y deseos... sin hacer temblar ningún gobierno (los movimientos y activismos los absorben los gobiernos) ni ninguna industria (que ocasionalmente se pintan de revolucionarias) y casi todo el mundo se deja engañar, hay siempre menos personas auténticas con pensamientos propios.
 
 
Estos son pensamientos míos, te invito a comentar,
Manuela 
 
 
 

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