Mis consejos para el Día de la madre :-)

Como ya he dicho otras veces no me gusta generalizar, así que dedico este post sobre consejos de regalos éticos para el primer domingo de mayo (el Día de la madre para España, se que en otras partes es otra fecha pero el post valdrá siempre) únicamente a quien:
a) tiene madre (un abrazo de mi parte a quien no la tuvo cerca) y
b) tiene una buena relación con su madre (nada de eso es obligatorio, los medios de comunicación siempre exageran con la publicidad comercial)

Dicho esto, hay que considerar que nuestras compras son acciones que pueden aportar algo bueno o malo a la sociedad y vale la pena ser cocientes de ello. Haré un pequeño ejemplo. ¿Tendría sentido regalar a nuestra querida mamá algo procedente de la explotación laboral de las mujeres de la India?  Si ellas también son madres, también es su día.

Regalar productos de comercio justo y sobre todo comprarlos diariamente, cuando queremos algo exótico (comprar algo que se produce en nuestra región es incluso más ecológico ya que se evita el viaje de la mercancía... y no comprar nada también es buena idea: un poema o una llamada telefónica también llegan al corazón) es una acción que sembrará semillas de paz en el mundo.

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Diferencia entre cambiar las cosas y pedir que cambien

 

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La falsa ética de hoy consiste en creer que los demás (gente que no conocemos y cuyo nombre no sabemos ni pronunciar, habitantes de zonas que no sabríamos encontrar en un mapa) tienen que cambiar sus costumbres de un día para otro simplemente porque nosotr@s lo pedimos a través de una campaña mediática 'solidaria' y denigratoria... mientras no somos capaces de renunciar a un simple adorno que causa esclavitud infantil, contaminación ambiental y muerte.

TODAS las mujeres a las que en mi vida he dicho 'Vamos a pedir que cierren nuestras joyerías' me contestaron 'Sería difícil, sería imposible' y TODAS las mujeres a las que he preguntado '¿Somos capaces de decir a nuestros hombres/vecinos/hermanos que no los querremos más si salen con las prostitutas esclavas de Asia y África que los traficantes explotan debajo de nuestras ventanas?' me contestaron 'Esto siempre ha existido, nunca cambiará'...

Pero cuando se trata de una mala costumbre de otros pueblos (matrimonios con esposas adolescentes, prohibición de ir en minifalda y otros asuntos) resulta que dichos pueblos deben apresurarse a cambiarla ya que los hemos descubiertos. (!!!) Esta es nuestra cultura, esta es nuestra actitud básica, lamentablemente.

Decía bien Gandhi cuando le preguntaron que opinaba acerca de la cultura occidental y respondió 'Sería una buena idea, si existiera'.

Renunciar a encontrarse a un@ mism@ y a despertar el potencial de cambio que tenemos aquí ahora, nuestro cambio, nuestra evolución, es un poco como no existir.

Vivimos de apariencias, de ilusiones, de distracciones.

 

Sin embargo, si cada quien hiciese lo que puede en su propia comunidad no tendríamos necesidad de mandar tropas u ONGs a enseñar la 'democracia' en otros países (por ejemplo para EEUU y Europa la lucha al narcotráfico sería dirigida a los consumidores, que están aquí, y la lucha a la pobreza del sur del mundo se haría desde aquí con el consumo responsable, cosa que está en nuestras manos).
 

¿Cuántas mujeres se encuentran en una situación como esta?

 

 

 

 

 

 

Mi pregunta es: '¿Cómo hemos llegado a que nos traten así?

 

Se habla mucho de libertad, pero cambian las teorías y simplemente pasamos de una a otra represión. Si momentáneamente no produces (dinero) no vales como persona... si tienes un embarazo no programado o algo de tu programa en lo económico relacionado con el evento ha fallado y no estás dispuesta a considerarlo un error porque crees que tu naturaleza de madre potencial tiene su razón de ser a pesar de las circunstancias, te encuentras en un callejón sin salida. Esta es la sociedad que tenemos, espero que nos animemos a crear algo mejor. Lo espero por las próximas generaciones. También espero que se transforme pronto la idea de que ser profesional es ser un perfecto robot sin corazón que repite frases vacías y defiende su profesión aunque en ciertas ocasiones tenga que defender lo indefendible.

 

Me encantaría que hubiese una transformación cultural basada en el aprecio hacia nuestro potencial como personas, que encaje o no encaje en una agenda. La nuestra, la del Estado o la de nuestros vecinos. Que algo tan normal como las sorpresas de la vida no se conviertan necesariamente en un infierno. Que las instituciones que nos representan no desperdicien su tiempo de esta forma tragicómica.

 

 

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FEMEN: la moda de transformar las protestas en pasarelas

 

Las que supuestamente iban a manifestar contra el turismo sexual, se han convertido en la mejor publicidad para incrementarlo...                                   
y lo peor es que en esta época donde casi nadie reflexiona, hasta las más grandes estupideces encuentran apoyo.

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