A este link pueden ver lo que nos pintan como una iniciativa cultural y no es más que una operación comercial dirigida a nuestros hijos, que renuncian a una hora de estudio para encargar productos sin la presencia de sus padres. Los libros expuestos tienen imagénes de dibujos animados o de novelas, nada esencial. Y al lado está la caja, mi hija escoge una agenda para mayores de su edad y nadie la aconseja, total, si compra, ella verá.
Es increible ver como las maestras han aceptado esta iniciativa sin indignarse. A mi pregunta sobre si se imaginan lo que pueda sentir una niña de 8 años frente a un gasto que puede que su familia no pueda enfrentar me han respondido: 'Yo no me imagino que pase por la cabeza de los niños, no tengo porque hacerlo, estoy aqui y no obligo a nadie a comprar'. No tengo palabras. La maestra. Una figura tan importante.
¿Hemos perdido la dignidad o nunca la hemos llegado a tener? ¿Es este el perfil de las educadoras? ¿Se puede todavía esperar en un mundo mejor? ¿Que clase de valores estamos transmitiendo a las generaciones futuras?
En fin, ¿cúantas de nosotras se ponen estas preguntas?
