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martes, 25 de noviembre de 2014

¿De veras queremos cambiar algo? Hoy, un 25 de noviembre más...



...no he salido a pedirle a la calle que acabe con la violencia doméstica (quizás, otro día para acabar con la violencia callejera ¿manifesterán quedandose en casa?) no me he puesto un selfie de pantalla en las redes sociales porque se note que el problema es del mundo exterior y yo estoy entre los 'justos' y los 'sabios' que se quedan atónitos como si fueran extraterrestres de visita a nuestro planeta, no competí para el mejor eslogan. 

Me hizo daño, como siempre, ver que en un día dedicado (supuestamente) a la mujer, a su bienestar y su seguridad que (supuestamente) se quiere mejorar, no se hace otra cosa que hablar de 'los hombres' (entre comillas porque injustamente se generaliza). De lo mal que se portan, de la maldad que tienen, de todo comportamiento abusivo hacia la mujer, pero en fin se habla del hombre todo el rato. ¿Y la mujer? Es el objeto. El objeto de toda mala acción, como no, pero un simple objeto.

Afortunadamente, por más que se presente así, no lo es. 

Y por eso tengo esperanzas. Somos seres pensantes y podemos cambiar todo lo que deseamos cambiar, siempre que decidamos actuar personalmente. Si no somos parejas de abusadores, podemos involucrarnos apoyando en serio a nuestras amigas que tienen este problema. 

Haciéndolo, nos daríamos cuenta de que no es tan fácil. Una persona (mujer, hombre o gay, cualquier persona, en realidad) que sufra violencia doméstica y no tenga predisposición a escoger parejas abusadoras reaccionará alejando a quien la agrede, y por eso necesitará repentinamente acogida, quizás dinero y tiempo, cosas concretas que no son tan baratas como salir una tarde por allí con una pancarta que diga que el estado, el cielo, el destino o quién sabe quien debe solucionar el problema. Y una persona (pariente, vecina o amiga nuestra) que sufra violencia doméstica, y que sí fuera la perfecta media naranja del abusador, de modo que, aunque les separaran, pronto encontraría a otro igual o incluso se volvería autolesionista al estar sola... necesitaría despertar y buscar una manera de salir del túnel. Un grupo de autoayuda, por ejemplo. Y quien la rodea pudiera proporcionarle de vez en cuando un folleto informativo o proponerse de acompañarla. ¿Sabemos dónde hay grupos que enfrenten la codependencia en nuestra ciudad? Si estamos tan interesad@s en el tema del feminicidio, deberíamos tener ese número teléfono anotado al lado del de los bomberos en nuestra agenda desde hace DÉCADAS. 

La sociedad no la va a cambiar Batman, la pueden cambiar los miembros que la componen, si acaso, y la buena noticia es que cada persona puede contribuir desde donde se encuentre, ahora mismo.

OS DEJO CON EL ESTUPENDO ENTRENAMIENTO DE SUPERACIÓN PERSONAL DE LOUISE HAY, QUE ES AL MISMO TIEMPO UN PLAN MUY RESPONSABLE Y UN PENSAMIENTO DE AMOR: 

<< Si optamos por creer que somos víctimas desvalidas y que para nosotros no hay esperanza, el mundo apoyará nuestra creencia. Nuestras peores opiniones de nosotros mismos se verán confirmadas.
Si optamos por creer que somos responsables de nuestras experiencias, tanto de las buenas como de las supuestamente malas, entonces tendremos la oportunidad de superar y dejar atrás los efectos del pasado. Podemos cambiar; podemos ser libres. 
Estoy convencida de que el resentimiento, las críticas y el miedo causan la mayoría de los problemas que tenemos en la vida. Estos sentimientos provienen de que culpamos a los demás y no asumimos la responsabilidad de nuestras propias experiencias. (...) No es que yo excuse a los demás por su mal comportamiento; lo que afirmo es que nuestro sistema de creencias atrae tal comportamiento. En ti hay alguna idea que atrae a la gente que exterioriza esa clase de comportamiento. Si la gente abusa constantemente de ti o te maltrata, piensa que la pauta es tuya. Esa forma de comportamiento desaparecerá de tu vida cuando cambies la idea que la atrae. >>

[Ámate a ti mismo, cambiarás tu vida. Louise Hay]