Me encantó un artículo de Sergio Parra,
al comienzo no lo quería leer, pensé que se tratara de la misma crónica predecible de siempre, con el estilo utilizado por la mayoría de l@s periodistas o bloggers acerca de cualquier asunto que tiene que ver con un producto comercializado... pero afortunadamente leí, y encontré un escrito breve pero lleno de información, de sabiduría y de diferentes puntos de vista y anécdotas divertidas.
Mi pensamiento es, como siempre, el de considerar la responsabilidad de cada quien, empezando por uno mismo. Que las empresas cometan errores es cierto, pero el consumidor tiene el poder de decretar el éxito o el fracaso de un producto. Como madre, además, me preocupa mucho lo que los peques aprendan de mi ejemplo directo y del ejemplo de nuestros vecinos más cercanos, todo el resto contribuye con menor fuerza a su crecimiento.
Su crecimiento, concepto que en mi mente no significa 'el insertar informaciones en un cerebro vacío como si fuese un ordenador, una computadora', para mi significa el continuo desarrollo de su personalidad, que es la interacción entre sus características personales (las que tienen desde que nacieron: gustos, fuerza/debilidad, propensiones...) y sus circunstancias (ambiente/clima/cultura, juegos, personas adultas).
El artículo:
¿Barbie induce a la anorexia y a otros trastornos psicológicos?
Se vende una cada 2,5 segundos en uno de los 150 países en los que se comercializan. Desde su nacimiento en 1959 se han vendido 1.000 millones de unidades. Las primeras costaban solo tres dólares, pero se han llegado a pagar 10.000 dólares por algunas ediciones de coleccionista.
Es Barbara Milicent Roberts, Barbie para los amigos, la muñeca más vendida y popular de la historia.
Concluyendo, quisiera hablar de otra perspectiva de este tema: en mis recuerdos de niña, no me impactaban las medidas de Barbie sino el lujo de su estilo de vida despreocupado (los accesorios eran peines y vestidos elegantes, su casa con piscina, su auto de lujo...) y esto si que no es fácil de reproducir en los tiempos de crisis en que vivimos jajajaja si hubiesen sido precavidos quizás nos hubieran vendido una Barbie preocupada delate de la Oficina de Servicio Público de Empleo o de Asuntos Sociales ;-)
