¿Demostramos respetar la dignidad de otras vidas?

Tenemos que reflexionar sobre nuestra contribución, como mujeres, al exterminio de los animales que se utilizan en la industria de la moda y de la belleza, ya que la vestimenta y la cosmética femenina son causa de torturas y muerte de millones de seres indefensos. Esto demuestra que nuestra actitud frente a la dignidad de la vida de los seres más vulnerables es de total indiferencia. Las personas que se acercan a un estilo de vida menos cruel están aumentando, pero la industria de la moda, y sobre todo la femenina, no parece dirigirse mayormente a un público que da importancia a los valores éticos, afuera de pocas excepciones. Esto se debe a que todavía las personas sensibles son pocas. 

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Sin embargo, cuando se trata de defender nuestros derechos, nos quejamos del comportamiento insensible de los demás hacia nosotras y nos sentimos víctimas. Se deben hacer todavía muchos esfuerzos para lograr emanciparnos. Es importante ver la realidad y empezar a dar importancia a nuestra contribución a la lucha para un mundo más justo, a través de la introspección y de la empatía.
 
Unos acontecimientos excepcionales ya nos han demostrado que un cambio es posible, como en el caso de la modelo Natalie Portman, que en 2010 hizo que la firma francesa Dior creara modelos sin pieles de animales en su colección de zapatos, expresamente para que ella aceptara posar para un servicio fotográfico.

Cuando pensamos en un mundo más justo la primera cosa que deberíamos hacer es ver donde podemos contribuir personalmente. 

A este propósito recuerdo una anécdota de la vida de Gandhi, que leí en su biografía. En su juventud, Gandhi había sentido indignación al ver como los ingleses maltrataban a los sudafricanos y cierto día, de vuelta a su casa, pensó: '¿Acaso yo mismo me siento superior a alguien y no respeto su dignidad?'. Entonces se puso a reflexionar y decidió ser mas amable con su esposa. Si pensamos que se había casado a la edad de 13 años con una pequeña de su edad por decisión de los respectivos padres, podemos imaginar cuantas escusas hubiera podido encontrar para no ponerse en discusión, y sin embargo lo hizo. Sus mensajes han podido llegar a tantas personas justamente porque siempre empezaba aportando experiencias personales.

Un nuevo estilo es posible

Quisiera abrir un debate sobre este tema, os invito a aportar ideas sobre como el concepto de elegancia y belleza pueda cambiar, por ejemplo valorando más la postura (muchas personas visten bien pero se mueven torpemente) o la salud de nuestra piel y menos el valor económico de un accesorio firmado, que ha costado la vida de decenas de animales.

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