Esta visión de la vida,
muy común,
me ha tristemente acompañado
en mis años fértiles,
a través de las voces
y de las miradas de muchas personas
de mi entorno.
Pero no he renunciado,
y mis hijos me ofrecen miradas y teorías
más esperanzadoras
a cada instante.
Mi existencia es rica de entusiasmo y de respeto
gracias a ellos.
Haz clic para agrandar las imágenes
En resumen:
la voluntad de alejarnos de los dogmas religiosos hubiera podido abrir nuestra cultura ante un amplio abanico de posibilidades que percibir, analizar, proponer, vivir y compartir. Lástima que haya prevalecido de manera tan pesada el pesimismo de una visión que interpreta incluso estrechamente una limitada sección condicionada culturalmente de lo que se ve. Sin siquiera rastro del simple estímulo hacia la investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario