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miércoles, 22 de diciembre de 2010

El poder de las mujeres


  Un aforismo budista dice: 

  ‘’El pobre es incapaz de juntar un solo centavo si se limita a contar la fortuna de su vecino, 
  aunque lo haga noche y día’’ (Nichiren Daishonin, 1222-1282)

Consecuentemente, no veo como pudiéramos analizar (y cambiar, si queremos) la situación de la mujer simplemente citando que ella vive en un mundo de hombres. Que los jefes de gobierno son prevalentemente hombres, que las leyes están escritas por hombres… como se habrán dado cuenta, aun no hemos mencionado a las mujeres. 
Dejar de hablar de esta forma es lo primero que debemos aprender a hacer. 

Veamos entonces algunos datos relativos a nosotras las mujeres:

a)     Según la base de datos de DAES (del servicio de enlace de las Naciones Unidas con las ONGs): ‘’…en la mayoría de los países (del mundo) hay más mujeres que hombres. Existe un número más elevado de niños y hombres en los grupos de menor edad y un número más elevado de mujeres en los grupos de mayor edad, tendencia que será más marcada en el futuro’’. Las personas más influyentes en el establecimiento de valores culturales evidentemente son adultos y ancianos, y en estos dos grupos nosotras somos mayoría.

b)    Cada ser humano pasa los primeros meses de su vida en el cuerpo de una mujer, absorbiendo de ella los alimentos, las emociones y las primeras informaciones útiles a su inserción en este mundo, por esta existencia.


c)    La educación, en la mayoría de los Estados del planeta Tierra, está en mano de las mujeres. El número de educadores hombres es muy reducido. Si es verdad que los primeros años de nuestra vida son tan importantes en la formación de nuestra personalidad, podemos imaginar cuanto influya el hecho de que en las guarderías infantiles casi todo el personal sea femenino.

Si tal y tanto es nuestro poder, y si nuestra influencia en la cultura de nuestros países ha dado los resultados que tenemos hoy, ¿cómo podemos estar ciertas que aumentando el numero de mujeres en la política se daría un cambio positivo en la sociedad, con respecto a nuestros derechos?
¿Cambiaría nuestro papel?, ¿tendríamos más ventajas de las que tenemos?

Aquí no queremos entrar en el merito de si es más constitucional tener el 50% de los políticos de sexo femenino o dejar que sea elegido quien los electores aman más sin importar su genero, simplemente queremos cuestionar el lugar común de que la mujer esté hoy en la situación en la cual se encuentra por falta de poder.

La opinión de la autora de este blog es que si las aspiraciones de la mayoría de las mujeres no cambian primero, sus vidas no cambiarán. Mientras si los sentimientos, los deseos y las acciones de las mujeres cambiaran, a partir de hoy, el cambio se daría automáticamente en la sociedad, sin necesidad de que las instituciones den el primer paso.


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