visitas

domingo, 13 de mayo de 2012

Ya hay ropa interior masculina de silicona :(


Recogeremos lo que hemos sembrado.

Parece que sí, y con toda probabildad, 
por el momento, no hay vuelta atrás. 

Si siempre dije que una de las ventajas de ser mujer y eterosexual es que no tienes que aguantar este tipo de actitud, esta farsa, a la hora de escoger una pareja... por lo que veo, ¡quizás no pueda decir lo mismo mi hija cuando sea grande!

Con este post no quiero juzgar a nadie, faltaría eso, si os gusta el producto cómprenlo aquí :-) 
Yo no gano ni pierdo nada, escribo como siento y cada quien saca sus propias conclusiones.


Esta es la propaganda: ''Los Chicos también han entrado en la moda de los  rellenos. Hay una gran cantidad de hombres que sienten que algunas partes de su anatomía no son suficientes..."

Que decir... justamente, yo soy el tipo de mujer que no se maquilla y no usa tacones incómodos desde siempre, y el tipo de pareja que he tenido es casi siempre el tipo de  hombre que frecuenta un gimnasio o hace deporte al aire libre. Os aseguro que de esta forma aprecio mucho que ellos quieran cuidarse y no soporto, por ejemplo, cuando se les dice: '¿Para qué sirve desarrollar los abdominales si uno no tiene cerebro?' como si una cosa excluyera la otra. Esta frase ofensiva que muchas mujeres comparten en Facebook (la he visto en muchas ocasiones acompañada de una bella foto) es lo mismo que la analogía entre las rubias y la estupidez que nos afectaba a nosotras, son dos conductas muy similares. Los hombres que se cuidan de manera sana (no estoy hablando de productos quimicos, hablo de mantener en forma el físico que uno tiene naturalmente, entrenando o comiendo bien) reciben menos aprecio del que deberían, paradoxalmente. Son apreciados pero nunca falta quien critique. Quizás juegue también la timidez, ya que la mujer todavía en cierta medida se siente mejor si no expresa publicamente sus verdaderos deseos ni algo que tenga que ver con su sexualidad. De todos modos, la mujer occidental todavía tiene una tendencia absurda a escrutarse a si misma y salir con ropa ajustada al lado de un hombre que no disfraza su barriga o que viste clásico (es decir sin nada sensual). Al ver este tipo de actitud siempre me siento una extraterrestre caída por error en un mundo de masoquistas. 

Pero ahora parece que ellos estén cambiando, y no para bien 
(claro, para el bien de los comerciantes sí, todo depende).

Siempre me he preguntado porque una persona como yo, que no ama las dietas adelgazantes (soy vegetariana vegana pero por razones éticas nada más) ni la moda, llegara igualmente a atraer la atención de de cada tipo de hombre. Siempre he podido escoger entre chicos inteligientes, de buen carácter y hasta muy guapos que se interesaban en mí, no me han faltado ocasiones. Entonces, para mí es evidente que el disfraz típico de la mujer no se debe a que el hombre lo pida. Algunos habrán, pero no son la mayoría. Hay quien dice que a ellos les gustan todas y esta es una parte de verdad, no todos, pero muchos serán así. Esto representa una ventaja para nosotras, a mi parecer. Pero no fueron estas las respuestas de mis parejas... cada vez que quise preguntarles que veían en una persona simple como yo, sus respuestas fueron muy similares a esta: 

'Me encanta poder despertar con alguien que es la misma persona con la que me he acostado anoche, es decir que la reconozco'.

Admito que soy una excepción y por lo mismo quizás atraigo personas poco comunes, hablando de pareja, no se, pero se que cierto malestar entre los hombres había. Hasta yo me vi afectada por esta costumbre del disfraz que para la mayoría de mis vecinas es algo obligatorio: a menudo recibo calurosos consejos de 'cuidarme más' que no se refieren a la salud sino al maquillaje o a la ropa que disimula o exagera curvas, a veces mis amigas me regalan maquillaje y quieren que yo les prometa de usarlo, como si mi actitud fuese un pecado. Por eso digo que no se trata ni de libertad ni de algo sano como la extroversión... yo amo el carnaval y sus máscaras que sacan el personaje que tenemos adentro y me gustaría que durara todo el año, pero la manera en que muchas de mis amigas se ve en el espejo no la encuentro una actitud sana, me parece que se consideren 'equivocadas': un maniquí defectuoso que arreglar antes de salir a la calle. Esta es la sensación que me transmiten. Por mi parte, no puedo decir que no tengo temores, más bien temo mucho que se me quiera por lo que no soy. Y ser sincera es un antídoto, para mí, en este caso. Además he podido ver que casi todas las mujeres que pueden valerse de su belleza exterior siendo 'perfectas' (o porque nacieron muy altas o algo por el estilo, o porque saben hacerse muchos retoques) y deciden basarse exclusivamente en la apariencia física para seducir, luego tiemblan si aparece otra mujer igual de atractiva en los alrededores o simplemente viven las relaciones de pareja con muchos celos. Una de las razones por las que vivo más tranquila es que opino que quien me escogió por mi personalidad no me cambiaría tan facilmente. Además, seamos como seamos, siempre existirá alguien que iba buscando un tipo como nosotras, también fisicamente, por ejemplo una gordita o una mujer pequeña, simplemente porque es 'su tipo'. Y lo mismo debe pasar al contrario. 

Si algunas personas quieren ser perfectas no digo nada... es su carácter, pero si llegamos a amoldarnos todos y todas a una única figura que es aquella que pasan los medios de comunicación ya no habrá más naturalidad, no habrá más fantasía.

Quizás el encontrarnos con un pretendiente que exagera sus medidas y llegar nosotras a apreciar inconcientemente nalgas artificiales, rellenos delanteros y hombros que desaparecen cuando 
él se quita la camisa nos haga reflexionar... quizás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario